PAUTAS CONDUCTUALES
PARA PREVENIRLO
El síndrome postvacacional no está catalogado oficialmente como una enfermedad. Aunque en algunas personas y ante algunas circunstancias concretas puede generar algunas molestias que interfiere la dinámica funcional, y a posteriori, perjudica la calidad de vida en todos los ámbitos vitales; por ese motivo algunos autores la consideran como tal.
“Así pues, prevenir este síndrome implica afrontar un proceso de adaptación suave y progresivo, enel transcurso entre las vacaciones y el comienzo del mundo laboral. Ya que la mayoría de personas necesitan un tiempo para adaptarse a otro ritmo de vida: debido a la dinámica laboral y a los horarios y factores asociados, que pueden generar dificultades para adaptarse a los diferentes niveles de la persona: físico, emocional, cognitivo y espiritual.
Las molestias más frecuentes que caracterizan ese síndrome son las siguientes: problemas de insomnio, cansancio, somnolencia durante el día, irritabilidad, síntomas depresivos, ansiedad vital. También es habitual presentar dificultades para organizar el plan de trabajo y establecer de forma adecuada los nuevos hábitos diarios”.
En esa misma línea, la persona puede sentir dificultades para concentrarse, manifestando una mente dispersa, que a la vez le genera frustración y en consecuencia, ansiedad. De esa manera se retroalimenta un círculo vicioso negativo, en que aumenta la variabilidad anímica, pudiendo pasar de estados anímicos depresivos a ansiosos. También estas molestias pueden afectar las relaciones interpersonales, tanto en el ámbito laboral como en el personal.
A continuación analizamos los factores destacados que pueden influir en la manifestación de este síndrome:
- Falta de motivación laboral: probablemente puede ser causada por varios factores: insatisfacción por el puesto de trabajo; problemas en las relaciones laborales; la persona no se adapta al trabajo por el estrés y otras posibles variables relacionadas.
- En vacaciones se establece una ruptura de la rutina y dinámica habitual: los espacios de descanso son más largos, los horarios de comida y del sueño se alteran de forma significativa. Toda esa alteración implica incorporarse a un nuevo ritmo del “reloj biológico”.
- “Reloj Biológico” (reloj interno): todas las personas necesitan una regularidad con todos los hábitos diarios, y sobre todo, con un ritmo concreto laboral adecuado para poder desarrollar con buen rendimiento y efectividad las actividades laborales. Si este ritmo se rompe durante las vacaciones, el reloj interno de cada uno/a se altera, y puede costar un destacado esfuerzo volverlo a acoplar a la dinámica diaria de trabajo. El organismo se resiente a través de los síntomas y molestias expresadas anteriormente.

PAUTAS TERAPÉUTICAS PARA PREVENIR ESTE SÍNDROME:
- Incorporación progresiva y gradual en el ámbito laboral. Priorizando las tareas y organizando la agenda. Así como mantener un orden el espacio de trabajo. Es necesario incorporar cambios pautados y progresivos (no radicales) para promover la adaptación laboral. De esa manera el reloj interno no siente un cambio brusco y la persona puede incorporarse con mayor facilidad a su trabajo.
- Verbalizarse aspectos positivos y reales en relación “a mi trabajo”. No ayuda si nos estamos diciendo siempre los aspectos negativos de nuestro trabajo. Seguro que si analizamos con más detalle encontraremos facetas reales que nos ayudan a seguir adelante: aprendizajes, relaciones con compañeros/as, condiciones laborales y otros incentivos que pueden ser de ayuda para motivarse en el ámbito laboral. Así pues, es de utilidad auto evocarse frases breves con contenido positivo y real, para activarse con una buena dinámica y sintonía laboral.
- Realizar actividades de ocio. A un nivel semanal es necesario realizar actividades de ocio que faciliten un espacio de liberación y disfrute para descansar (y también para manifestar el posible estrés). De esa manera se descarga esta ansiedad, y a la vez facilita la incorporación al trabajo de una manera gradual, suave y pausada. Pueden ser actividades relacionadas con el ejercicio físico (muy recomendables), como otras más de tipo individual y/o de interacción social.
- Establecer algún proyecto a corto/medio plazo. Es importante plantearse algún reto individual realista que genere cierto entusiasmo para el desarrollo y crecimiento personal, de esa manera pueda provocar también “nuevos aprendizajes de autorrealización”. En ese sentido se potencia la autoestima, auto superación y otros valores personales, que ayudan muchísimo a la persona para mejorar la calidad de vida en todos sus ámbitos.