LA IMPORTANCIA DE HABLARNOS CON AMABILIDAD Y CON EL «YO»: PRIMERA PERSONA…
Al cabo de muchas terapias me he dado cuenta de algunas observaciones interesantes en «NUESTRA PROPIA COMUNICACIÓN CON NOSOTROS MISMOS». Una de ellas es que habitualmente las personas suelen presentar una baja autoestima (en mayor o menor medida…). Esta tendencia de complejo de inferioridad es bastante evidente cuando se analiza el tipo de trato que uno tiene consigo mismo, A TRAVÉS DE CÓMO NOS HABLAMOS A NOSOTROS MISMOS.
Así pues, OS INVITO A QUE OS OBSERVÉIS CÓMO OS DECÍS LAS COSAS… Habitualmente y de forma automática, nos solemos hablar CON SEGUNDA PERSONA Y CON AUTOEXIGENCIAS: «tú tienes que hacer, tienes que decir, ¡qué mal te ha salido el proyecto!, «¡mira que eres tonta!…» . Todo ello de forma más a menos autoexigente, autoritaria y controladora.
En general, estos patrones de comunicación con nosotros mismos se automatizan, y en general no somos conscientes de ellos. Lo explico con mucho más detalle «el cómo hablarnos con mayor amabilidad» a través de crear nuestros propios mantras, en los artículos: «¿Qué son Mis mantras?»; «La creación de mis mantras«. Y también con más información en mi libro «Mis Mantras» (2024), que podéis descargar gratis con formato .pdf: https://www.gemmapsicologaclinica.com/descarga-mis-mantras/. En este libro explico con mayor detalle e información la importancia de hablarnos con el «YO» y en «PRIMERA PERSONA», así como se recomienda una mayor utilización de VERBOS EN PRESENTE O PRESENTE CONTINUO.
«Os invito a que observéis vuestros pensamientos y creencias: qué tipo de diálogo/conversación tenéis con vosotros mismas/os. Por ejemplo: -¿En qué tiempo verbal os decís las cosas?; -¿En primera, en segunda o en tercera persona?; -¿Qué cosas os decís cuando tenéis algún error?; -¿Os reforzáis cuando realizáis actividades que os habéis sentido bien? «
Como terapeuta, he observado varios patrones cognitivos del habla con uno mismo. Por ejemplo, la mayor parte de personas que manifiestan una tendencia a tener baja autoestima, suelen manifestar un trato autoexigente, despreciativo, inseguro, triste, e incluso en ocasiones el trato puede ser maleducado e insultante. En este tipo de perfil la utilización de “hablarse en segunda persona” es muy habitual. Las expresiones en segunda persona como si se hablase con otra persona, provoca que “el YO quede más dividido”, acentuando de esa manera una cierta dualidad y fomentando la división del YO. Cabe decir que las expresiones en segunda persona (como si se hablase con otra persona…): “mañana tendrías que hacer…”; “¡qué mal lo has hecho!”, conduce a mayor posibilidad de un YO más disociado: no unificado y más desintegrado, y en consecuencia genera una ansiedad constante y automatizada. Es como si la persona hablara con otra persona, siendo ella misma. Y aunque parece una trivialidad (que no lo es…), la persona inconscientemente se comporta consigo misma de forma dual, fomentando de esta manera un trato de «autopresión constante». También, hay algunas personas que se hablan en tercera persona, y es más habitual en aquellas que la esfera afectiva queda más desvinculada del YO, manifiestando un trato consigo misma más impersonal, “cómo si no fuera con ella”.
Por ejemplo, hay el testimonio de Ágata, que explica la importancia de hablarse en primera persona:
“Me funciona eso de hablarme en primera persona, porque tengo la sensación que no tengo una voz diciéndome lo que tengo qué hacer. Ahora siento que soy YO, que tengo las riendas de mi vida”
-Ágata-
Estos patrones observados de diálogo interior son orientativos. No quiere decir que todas las personas que tienen autoestima baja se hablen en segunda persona, aunque sí es cierto que es una observación frecuente a lo largo de todos estos años. También, como psicoterapeuta me ha ayudado a conocer con más claridad los mecanismos cognitivos y afectivos que activa la persona en su propio diálogo interno.
Asimismo, es muy interesante observar la evolución positiva de la persona en su discurso interior a medida que avanza el proceso psicoterapéutico. EN LAS ÚLTIMAS FASES DE LA TERAPIA SE OBSERVA Y MANIFIESTA UNOS DIÁLOGOS DE MAYOR REFLEXIÓN Y FLEXIBILIDAD. Todo ello significa que el propio YO se va integrando en sus diferentes facetas internas hacia una sola identidad, adoptando la persona un estado emocional más estable, positivo, sereno y de mayor confianza consigo misma.
Por otro lado, LOS TIEMPOS VERBALES EN PRESENTE TAMBIÉN JUEGAN UN PAPEL IMPORTANTE EN ESTA UNIFICACIÓN DEL YO. Así pues, en el caso de estimular el refuerzo de las acciones positivas de la persona en el momento presente, es aconsejable decirse las acciones de los verbos en presente y/o presente continuo: “yo estoy consiguiendo lo que me propongo…”; “yo me siento mejor día a día…”.
De esa forma se REFUERZAN LAS CONDUCTAS DEL MOMENTO PRESENTE, y a la vez nos estamos recordando a nosotros mismos/as acciones positivas y reales que ya estamos realizando.
ES MÁS ACONSEJABLE QUE LA PERSONA VAYA APRENDIENDO A HABLARSE EN PRIMERA PERSONA: “yo me siento día a día mejor…; yo voy realizando…; yo me siento más serena…”. Ya que de esta manera ayuda a reforzar el YO: “la unidad esencial de la persona”, y en consecuencia potencia la capacidad de autoestima.
«En la medida que la persona se observa y es más consciente de la forma de dialogar con ella misma y del contenido de su discurso, es más fácil cambiarlo, convirtiéndose en un diálogo interno más flexible, amable y reflexivo. De esta manera se mejora de forma notable el trato y tipo de comunicación consigo misma».
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Espel Trias, G. (2024). «Mis Mantras». Barcelona. Editora: Gemma Espel Trias
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